Investigadores de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) encontraron que la flor de una planta común en los Valles Calchaquíes tiene importantes propiedades analgésicas y antiinflamatorias. Científicamente nombrada como Tripodanthus Acutifolius o más conocida como la yerba del pajarito, esta flora se localiza en distintos lugares de Sudamérica, específicamente en las zonas con clima tropical y templado. Es una planta que vive sobre árboles y se alimenta de los nutrientes. Tiene la condición de florecer una vez al año, desde mediados de la primavera hasta el otoño, y sus flores son de un color blanco amarillento. Suele usarse de ofrenda para el Corpus Christi porque florece cerca de esa fecha.
El equipo de la UNT que hizo la constatación está conformado por Josefina Villagra, tesista del doctorado en Farmacia, y los doctores Nancy Vera y Marcos Reynoso, quienes dirigen esta investigación desde la cátedra de Farmacoquímica de la Facultad de Bioquímica, Química y Farmacia de la UNT. El trabajo realizado se basó en antecedentes proporcionados por la doctora Ariadna Daud.
La investigación validó las propiedades de la flor de la yerba del pajarito, y dio pie a un grupo de estudio que analiza sus hojas y tallos, según informó Medios UNT. Villagra, en conjunto con la farmacéutica Constanza Luque, trabajan para la identificación de los principios activos de la flor para en el futuro desarrollar cremas y geles, o bien para ingerir sustancias en polvo o líquidas. El estudio está en su etapa inicial con ensayos preclínicos en animales para experimentar el poder antiinflamatorio y analgésico de la flor.
Actualización de conocimientos milenarios: se podría estar ante una alternativa terapéutica para el ibuprofeno, la morfina y el corticoide. “Con nuestro extracto acuoso liofilizado, conseguimos una efectividad superior al 50% como analgésico y cerca del 60% como antiinflamatorio”, indicó Villagra. La doctora Vera también comentó la posibilidad de incrementar la dosis de los principios activos de la planta para volver más efectivo el compuesto. “El hecho de que un producto sea natural no significa que sea inocuo o que no pueda tener efectos secundarios”, advirtió. Cabe destacar que la planta de los Valles representa una opción terapéutica a los antiinflamatorios no esteroides (AINE) que, consumidos a largo plazo, pueden provocar problemas gástricos.
A partir del extracto acuoso de la flor de la yerba del pajarito se desarrollaron geles antiinflamatorios. Villagra apuntó que el extracto acuoso demostró mayor efectividad que el alcohólico. Los investigadores afirmaron que va más allá de validar científicamente y de revalorizar el uso tradicional que hacen las comunidades originarias de ciertas plantas: “la idea es que los pobladores sepan que sus conocimientos sirvieron para hacer formulaciones farmacéuticas, por ejemplo, pero también queremos darles información sobre las mejores formas de preparar las plantas para conseguir los resultados más eficaces para aliviar dolencias”.